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En el hogar ansiamos tener paz y tranquilidad para poder desarrollar las tareas cotidianas domesticas de forma confortable y lograr un descanso apropiado. No obstante, la tranquilidad de nuestro inmueble puede ser afectada por factores externos, y el principal de ellos es el molesto ruido.
Si habitamos en una comunidad de vecinos existen muchas probabilidades de que tengamos que lidiar con el problema de un vecino ruidoso, el cual puede molestar nuestra tranquilidad ya sea con tonos de voz exageradamente altos, colocando música con un alto volumen o a deshoras, e incluso con la realización de obras y procedimientos en su piso que generen una importante contaminación sónica.
Cada vecino posee un rango de tolerancia variable al molesto ruido, sin embargo, en ocasiones la contaminación sónica es tan exagerada que llega a molestar incluso al vecino más paciente y pacífico, convirtiéndose de esta manera en un problema comunitario. Los estatutos de convivencia y normas comunitarias son las bases para abordar el fatídico inconveniente del vecino ruidoso.
Basándonos en dichas normativas es posible demandar al vecino problemático que está provocando el molesto ruido para lograr una solución a este inconveniente, sin embargo, a nadie le gusta llegar a dichas vías judiciales, por lo que primeramente es recomendable intentar mediar con el vecino ruidoso para lograr una solución oportuna a través del dialogo.
Normas de la comunidad relacionadas con el ruido
No creas que tu comunidad es la única que padece el reiterativo problema del vecino o los vecinos que realizan mucho ruido, ya que lamentablemente este es un inconveniente muy común que se deriva de la poca conciencia que poseen muchas personas en lo que respecta a las normativas de convivencia en una comunidad.
En las leyes que regulan la convivencia en propiedades horizontales se han establecido decibelios y horarios para ciertas actividades que generan un ruido considerable como escuchar música, realizar obras, usar electrodomésticos ruidosos como las lavadoras, etc. Cada municipalidad en sus ordenanzas ha determinado cuales son las horas establecidas para el descanso de forma que durante dicho periodo de tiempo debe evitarse los ruidos, y los vecinos que infrinjan dichos horarios o decibelios se consideraran ruidosos.
Mediar con los vecinos que causan ruido
Ahora bien, cuando estamos ante un vecino ruidoso que infringe las normativas relacionadas con el sonido anteriormente expuestas, lo primero que se debe intentar es llevar a cabo un dialogo pacifico con el o los vecinos problemáticos para intentar encontrar una solución extrajudicial al problema.
La mejor forma de solventar el inconveniente del vecino ruidoso es acudiendo personalmente al vecino en cuestión exponiéndole todo el problema, sin embargo, si esto no resulta útil lo próximo que debemos hacer es acudir con la junta de vecinos para obtener el respaldo de la comunidad en este inconveniente. Ahora bien, incluso en ocasiones con toda la comunidad de nuestro lado el vecino que está generando problema ignora la solicitud de moderar el ruido que este provoca, por lo que en este caso debemos aliarnos con la ley y recurrir a la vía judicial.
Emprender acciones legales
Al final de la vía diplomática y mediática, cuando los intentos de dialogar con el vecino ruidoso fueron infructuosos, la única opción disponible es la vía legal. Es posible demandar legalmente al vecino ruidoso siempre que este se encuentre infringiendo los límites establecidos por la municipalidad en lo que respecta al ruido. En este caso el tribunal nos dará una solución legal a este conflicto.
Es recomendable recibir asesoría legal y especializada antes de llevar a cabo una demanda por ruido a un vecino, y además será necesario aportar pruebas y tener testigos que avalen la problemática sonora que está ocasionando el vecino. De igual forma en dicho juicio resultara necesario tener las pruebas otorgadas por un perito acústico que certificara los decibelios del ruido provocado por el vecino.