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Un nivel de ruido excesivamente alto puede traer consecuencias negativas en la salud física y emocional de las personas. No en vano existen normativas para regular los límites máximos permitidos y hasta una organización de referencia en materia de sanitaria como lo es la OMS, ha fijado los 50 decibelios como el máximo tolerable. Lastimosamente en toda comunidad existe siempre algún vecino que o bien no está en conocimiento de ello o le importa poco, por lo que a continuación trataremos de responder una pregunta usual ¿Qué hacer con un vecino que pone la música muy alta?
Vecinos ruidosos
El enfado, el cansancio y el estrés suelen asociarse a la vida citadina pero hay muchos otros males que también suceden como consecuencia del hecho de estar sometidos los ciudadanos de las grandes ciudades a niveles de ruido superiores a los aconsejables. Los desórdenes del sueño, los dolores de cabeza, la perdida de la capacidad auditiva y hasta afectaciones del sistema cardiovascular y el digestivo también pueden atribuirse al exceso de ruido, de allí que se hable de los problemas derivados de la contaminación sónica.
Unas épocas del año son peores que otras, por ejemplo en el verano la gente está más en la calle, se reúne con amigos a tomar una copa o un café en las terrazas y hasta se organizan barbacoas y reuniones en las áreas comunes de los edificios. Esta mayor generación de ruido llega hasta nuestras casas, especialmente si aprovechamos de abrir las ventanas para reducir el calor propio de la estación. Es aquí cuando muchos nos preguntamos ¿estamos indefensos? ¿Hay alguna medida que podamos tomar para controlar a un vecino ruidoso en la Comunidad? Veamos los pasos a seguir:
- Verificar de donde proviene el ruido: Antes de cualquier acción es indispensable asegurarnos de identificar el origen del ruido excesivo pues las acciones serán distintas si la fuente es externa o la ocasionan nuestros vecinos. Las reuniones callejeras, la existencia de locales comerciales de horario extendido y hasta el sonido del funcionamiento de portones y bombas de agua, se cuentan entre las primeras; en tanto que los gritos, discusiones, música a todo volumen, zapateos y portazos pueden incluirse entre las segundas. Si ya estás absolutamente seguro que proviene de un vecino entonces pasa al segundo paso.
- Conversa con él de buena manera: la vía del acuerdo siempre es la que primero se debe intentar. Quizás te sorprendas de su actitud al ver la buena disponibilidad para tomar medidas orientadas a eliminar las molestias. Si no es así, pasa al siguiente paso.
- Notifícale tu decisión de tomar medidas: adviértele tu disposición de iniciar las medidas orientadas a dirimir el asunto por la vía judicial, ya sea que lo solicites al Presidente de la Comunidad o que tengas la intención de tomar cartas en el asunto personalmente.
- La vía judicial: Cuando no queda más remedio la Comunidad de Vecinos debe convocar una junta para tratar el asunto y decidir si el siguiente paso es la acción de cesación. De resultar aprobado, el infractor se expone a un juicio de acuerdo a lo contemplado por la Ley de Propiedad Horizontal cuya consecuencia puede ser incluso la suspensión, por un periodo de hasta 3 años, de su derecho de uso del inmueble.
Un último consejo, antes de decidirse por la vía judicial es una buena idea contratar a una empresa especializada en la medición de los niveles de ruido. La Comunidad de Vecinos obtendrá así un informe que podrá presentar en el juicio, al mismo tiempo que podrá tener total seguridad que el ruido generado por el vecino se encuentra por encima de los niveles permisibles.