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Se sabe que llevar a cabo la gestión de una comunidad no es una tarea sencilla de realizar, sobro todo por la dificultad de atender las solicitudes y problemas de la gran cantidad de personas que residen en dichas comunidades, sin embargo, esto no es excusa para que el administrador profesional de fincas de una comunidad incurra en muchos errores que generen problemas a toda la comunidad.
Se tiene erróneamente la perspectiva de que el administrador no trabaja mucho, así lo reportan muchos propietarios y vecinos de las comunidades, sin embargo, el silencioso y desapercibido trabajo de este profesional con capacitación universitaria mantiene funcional y en óptimas condiciones un edificio habitado por una cantidad importante de personas.
Nunca se reluce el nombre de un administrador de fincas en la comunidad cuando esta se haya en perfecto estado funcional, sin embargo, en el preciso momento en el que se presentan inconvenientes el primero en ser nombrado por los propietarios es el administrador.
Si bien es cierto que pueden presentarse problemas inesperados en una comunidad independientemente de una excelente gestión, hay que tener en cuenta que los problemas más comunes y recurrentes se suscitan por una pésima gestión.
El trabajo de un administrador de fincas al igual que otras profesiones puede tener una muy buena o mala valoración dependiendo de las cualidades del profesional, por lo que, si bien brinda muchas ventajas y beneficios la gestión de dicho profesional, también puede ocasionar muchos problemas tales como:
- Precio excesivo de honorarios: Si bien el colegio de profesionales de la administración de fincas establece algunos baremos orientativos sobre el coste de los servicios de estos profesionales, muy pocos administradores siguen dichos estándares. El honorario de un administrador debe ser directamente proporción al alcance de su gestión, por lo que precios excesivos por una gestión que ofrece muy pocos servicios no deben aceptarse.
- Desatención de sus obligaciones: En ocasiones la comunidad está plagada de problemas, averías e inconvenientes que deben ser resueltos y si bien el administrador no se encarga personalmente de solventar los mismos, una de las obligaciones de este profesional es contratar a los expertos necesarios para obras y reparaciones, por ello, resulta inaceptable que el administrador retrase o no realice la gestión para reparaciones y otros procedimientos para solucionar los inconvenientes de la comunidad.
- Gestión de mala calidad: Lo peor que puede hacer un administrador, y lamentablemente muchos incurren en dicho problema, es aprovechar su posición para actuar en base a interese personales realizando la contratación de servicios y profesionales que requiere la comunidad, pero de los cuales obtendrá un beneficio monetario.
- Problemas económicos: El administrador puede generar problemas si comete errores técnicos en lo que respecta al estatus económico de la comunidad, como por ejemplo plantear cuotas de mantenimiento insuficientes, emitir recibos sin especificar fechas, no realizar un seguimiento de los vecinos morosos, realizar pagos duplicados, etc.
- Desfalco de fondos comunitarios: Si el administrador realiza los movimientos mercantiles con su propia cuenta, existe un riesgo elevado de que este desfalque a la comunidad. Resulta imprescindible que se apertura una cuenta mancomunada para la comunidad y que esta sea revisada periódicamente por el presidente de la junta.
Los resultados de una encuesta reciente realizada en comunidades de vecinos reportaron que cerca del ocho por ciento de los problemas en un edificio o comunidad se deben a la inapropiada gestión de los mismos por parte de administradores ineficientes.
Además de la capacitación técnica y profesional que debe tener cada administrador, es imprescindible que este demuestra transparencia y honradez en cada uno de los procedimientos y acciones que realice, por ello, si el administrador de tu comunidad no demuestra dichos valores y además genera muchos de los problemas descritos anteriormente, lo más recomendable es realizar el reemplazo del mismo.