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Si tiene vecinos que no paran de hacer ruidos tal vez hasta le hagan dudar si realmente es este un asunto donde hay limitaciones; la verdad es que si hay horarios en los que no está permitido hacer ruidos en las zonas residenciales.
Si no logra tener la tranquilidad que añora al llegar a su casa a descansar, no tiene por qué quedarse de brazos cruzados esperando a que los vecinos ruidosos decidan parar. En los siguientes párrafos le contamos que hacer
¿Qué hacer si mis vecinos son ruidosos?
Si se encuentra desesperado y piensa que la única solución para poder descansar es mudarse ¡olvídese de esa decisión!… hay formas de lograr que el vecino deponga su conducta perturbadora. En lo adelante las repasamos
Hable con su vecino
Le sorprenderá saber la cantidad de veces en las que tan solo con una conversación amistosa se logran resultados inmediatos. Más a menudo de lo que se piensa no se trata de un vecino empeñado en arruinarle su descanso sino únicamente en una persona que no se ha percatado que su conducta molesta a los demás.
Así que no lo piense dos veces y conversé con su vecino
Revise las disposiciones de la ordenanza para control del ruido
Si la situación no mejora con la conversación, indague un poco más sobre lo que se considera un ruido molesto. La información la encontrará en las normativas municipales que regulan la contaminación acústica y que por lo general se encuentran a disposición de los ciudadanos en la página de internet del Ayuntamiento.
En el mismo texto legal obtendrá datos de interés sobre las sanciones aplicables a quienes tienen perros que no dejan de ladrar o a quienes ponen la música a todo volumen. Dependiendo de la gravedad pueden ir desde una simple amonestación hasta consecuencias mayores como la imposición de multas o el pago de indemnizaciones.
Comparta la información con su vecino quizás no esté al tanto de las consecuencias de su proceder.
Un último consejo anote todos los momentos en los que el ruido se le hace insoportable, puede serle de gran ayuda si decide intentar otros métodos de disuasión.
Notifique a su vecino su intención de tomar otras medidas
Si los intentos de llegar a un acuerdo amistoso con el vecino ruidoso o el buscar disuadirlo de cesar en su conducta mediante la intervención del presidente de la comunidad no dieron frutos esperados no se desespere, aún tiene trabajo por hacer.
Redacte una notificación advirtiéndole su firme propósito en llevar la queja hasta las autoridades competentes. Anexe a la notificación un ejemplar de las normativas municipales. No se olvide de quedarse con un duplicado de la comunicación, podrá serle de utilidad si acaso el asunto llega a los tribunales.
Llame a la policía
Si ha seguido todos los pasos anteriores sin lograr que el vecino deje de hacer ruido, no le quedará más remedio que llamar a la policía. Podría haberlo hecho desde la primera vez que se vio expuesto a las molestias, pero haber agotado todos los recursos a su alcance le hará ganar la consideración de las autoridades.
Introduzca una demanda por ruidos
El último recurso que tiene a la mano para lograr su objetivo de descansar en paz es acudir a la vía judicial. Si ha seguido los pasos recomendados ya tiene armado un expediente para adjuntar a la demanda, pues contará con evidencias de sus intentos por llegar a un acuerdo amistoso, de las reiteradas notificaciones realizadas al vecino ruidoso expresándole su incomodidad, de las advertencias de llevar el asunto ante otras instancias e incluso el reporte de la visita domiciliaria de la policía.
En la demanda podrá obtener además del cese de la perturbación por parte del vecino, alguna compensación económica en calidad de indemnización por los daños morales y físicos que tal situación le haya podido ocasionar. Y no es para menos pues la falta de descanso apropiado acarrea enfermedades y hasta bajo rendimiento estudiantil o laboral.
¿Los inquilinos y las reclamaciones por exceso de ruidos?
Los contratos de arrendamiento incluyen cláusulas que consagran el derecho al disfrute pacifico del bien arrendado, por lo que como inquilino está en todo su derecho de realizar reclamaciones por un ruido que irrespete el horario de descanso.
También los contratos de alquiler contienen disposiciones que obligan a los arrendatarios a respetar las normativas de la comunidad de vecinos, por lo que las conductas contrarias, por ejemplo el exceso de ruidos, pueden dar lugar a la terminación del contrato por incumplimiento y por tanto al desalojo de la vivienda.
Si tiene dudas como proceder o la terminología legal no es lo suyo, busque la asesoría de un abogado especializado en derecho inmobiliario y explíquele detenidamente su caso.